Otro yo

Perdón debo pedir...
A los sueños que una vez tuve y dejé morir
Opiniones que me vieron crecer...
Pero derrepente no tuve tiempo para defender
Amistades verdaderas...
Que después de la tormenta se volvieron pasajeras
Ese amor que en la eternidad creía...
Y hoy se conforma con el día a día
Sonrisas falsas...
Que sin querer queriendo, sustituyeron lágrimas
Al tiempo...
Por querer culparlo, en lugar de valorarlo
Y por último al dolor...
Que sepa que sin su calor, sería otro yo.

Luna de agua

Estrellas cada vez más guapas por dentro, y que desde que no creen en los espejos, logran reflejarse hasta en el más oscuro de los cielos
Me invitan a nadar en la luna...
Mientras tanto y de la mano, se pasean por un mundo de sueños cada vez menos imaginario
Cantan desafinadas, con poca voz pero con toda el alma
Creen en todos los tipos de libertad, menos en la que es cruel con la soledad
Descubrí que su sonrisa es la misma, no necesita retocarla con maquillaje...
De vez en cuando me pellizco, para despertar y no perder detalle de este maravilloso viaje.

Ronquidos

Soy a la vez, causa de sueños y consecuencia de decisiones
Aunque parezca, no cometo errores por diversión...
Por más viejo que luzca, sigo escuchando a mi niño interior
Recuerdo en cámara lenta, que gracias a su lucha mi libertad no está en venta
Duermo con ronquidos de esperanza, para despertar en un mejor mañana...
Y no tener que recoger tantas explicaciones del suelo, para las nuevas generaciones
No creo en mí, pero creo en nosotros
En esa familia que no escogí, pero defiendo hasta el fin
En los amigos que perdonan pero no olvidan, e intercambian dos abrazos por cada lágrima perdida
En un amor contra el tiempo, un alma gemela que tarde o temprano nos rescate...
Ya sea del Cielo, el Infierno o la Tierra