lunes, 14 de septiembre de 2009

Boceto para Hilda

Busca los versos que no alcanzamos ver en la tierra
Para completar las historias que nos contabas
Con una sonrisa de café y una nostalgia vestida de rosa
El sol decidió descansar, una nueva estrella se posa sobre nuestro arco iris
Para guiarnos por el camino de la libertad
La lágrima que desciende por mi pañuelo volverá a ser luz
Para la noche que ciega nuestra mirada, pero no nuestros corazones
La brisa que golpeaba tu sonrisa, rondará el espacio vacío
Tus memorias las contará el tiempo, ondeará la verdad que no se puede ocultar, el amor…
Aquí queda tu fiel compañera, la soledad
Las tres luminarias de tu vida, tus hijas
Y trece corazones siempre tuyos, tus nietos
Cuídanos siempre en tu regazo, refugio de nuestras penas, cómplice de nuestras alegrías
No nos cargues, se nuestro suelo al caer
Y nuestro bastón al levantarnos
Hoy ya no es lo que aprendemos, es lo que enseñamos
Tu ejemplo como bandera
Tu vida como lema
Hasta siempre guerrera de la luz
Que Dios y Su Hijo se regocijen con tu regreso.

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