Sí, el muerto soy yo…
Aunque mi cuerpo sigue vivo
Mi interior se rindió
No encontré la salida
Por eso recurrí a la trampa…
Ese cobarde me traicionó de frente
Pero no lo culpo, yo hubiera hecho lo mismo
Esa noche nadie estuvo a mi lado
De todos modos creo que ya no podía sentir
Cruce la frontera entre el cielo y el infierno
Y no pude notar la diferencia…
No podía reír ni llorar…
Inmóvil lo vi pasar sin poder hacer nada…
El si podía reír
De paso también me ofreció sus lágrimas
Eran negras y sin sentido
Con la poca fuerza que tenía, me negué…
Al menos guardaría mi orgullo, si es que no lo había vendido
Me miró y me robo la memoria
Solo pude esconder su recuerdo…
Se lo había prometido
Cerré los ojos buscando el fin…
Pero tan solo era el principicio
Me llevó ida y vuelta por mis años
Me recordó lo que fui y lo que no
Cuando no me atreví y debí haberlo hecho
Cuando lo hice y me arrepentí
Volví a respirar cuando los vi…
Juntos en la fantasía, inseparables en la realidad…
Fue rápido, me cortó el aire y congeló la sangre
De rodillas acepte mi culpa, esquive las causas y viví las consecuencias…
Sí, el asesino soy yo…
El que miro e ignoro todos los días en el espejo.
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4 comentarios:
Dice que la esperanza es lo ultimo que muere.
yo asesine la mía para no seguir luchando en vano… para no seguir muriendo asesine a mi esperanza y morí….
OMG... ese corazón...
si tan sólo lograra hallar la cura para vos... creo q no me importaría perder la mía...
ánimo mi caballero de la vieja guardia!!!
Comparto que lo último que muere es la esperanza, pero aveces tenemos que tocar fondo para poder reinventarla, si ya la asesinaste, hay métodos para revivirla encuentra el mejor para tu esperanza, gracias por compartir tu experiencia y pasar por las letras de tinta seca.
Gracias Mo, sos parte de la cura. Gracias por leerme y darte la vuelta
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