En los últimos quince días, se presentaron eventos deportivos que me han convencido de que algunos deportes y competiciones, no son solo un juego.
Las actividades deportivas, así como el fervor de los seguidores, se han transformado en pasión, en un estilo de vida, en violencia, en estados de ánimo y por último, en una moda mental.
El pasado domingo Rafael Nadal logró su cuarto título consecutivo de Roland Garros al vencer al número uno del mundo, Roger Federer, en tres sets corridos. Sin duda, Rafa Nadal es uno de los mejores jugadores de la historia en lo que a superficie de arcilla se refiere, sin embargo, muchos lo han catalogado como el mejor del mundo por delante de Roger Federer gracias a que este no ha tenido una muy buena campaña en lo que va de la temporada.
En nuestro país, el Deportivo Saprissa logró también su cuarto título consecutivo al derrotar a su “archirival” Liga Deportiva Alajuelense, dos por cero en un marcador global a dos partidos. Los tetracampeones nacionales celebraron con gran alegría en patio ajeno la consecución de una “hazaña” que precisamente fue la Liga Deportiva Alajuelense el último en haberlo conseguido.
Por su parte en la Liga Profesional de Baseball de los Estados Unidos (MLB), los actuales monarcas, los Boston Red Sox pasan por una racha que hace dudar sus posibilidades de obtener el bicampeonato.
Todos estos acontecimientos deportivos, provocan dos cosas en común entre los aficionados y los “entendidos” del deporte: falta de memoria y una moda.
Si bien Rafael Nadal es uno de los mejores tenistas de la era abierta, su dominio solo se ha visto intacto en arcilla, y no es posible olvidar todo lo que Roger Federer le ha dado al deporte “blanco”, que es posiblemente el mejor jugador de todos los tiempos, y su dominio se extiende a todas las superficies y escenarios alrededor del mundo, pues aún en arcilla alcanza las finales.
Roger está a un solo título de Grand Slam de igualar la marca de más títulos ganados de este tipo de todos los tiempos, ha mantenido su dominio a lo largo de cuatro años, y no es justo que por seis meses malos, se le quite el título que a mi criterio aún le pertenece, el mejor jugador del mundo.
En nuestro país, por la forma en que los aficionados y dirigentes del Deportivo Saprissa celebraron, acompañados de comentarios burlescos y reproches para con la afición y dirigencia contraria, parece que se les olvido que hace 5 u 6 años, la crisis era en su acera, la falta de resultados su único amigo y las burlas llevaban su nombre.
No pretendo que no se celebre un título nacional obtenido con cierto merecimiento, pero no es posible olvidar de donde y como se viene, menos si pretenden mantenerse donde tanto les ha costado llegar.
A nivel mundial, el equipo de baseball mas famoso siempre han sido los Yankees de Nueva York, ah excepción de los últimos tres años, en donde los Boston Red Sox gracias a dos títulos de Serie Mundial, han “comprado” los corazones de los aficionados de medio tiempo, los mismos que hoy gracias a la pequeña crisis que viven los Sox, ya están buscando un nuevo equipo a quien “apoyar”.
Si bien no se puede vivir de las glorias del pasado, en la vida como en el deporte debe existir la lealtad, el mutuo respeto y la aceptación, valores que en ambos campos se han ido perdiendo.
Por esto y otras razones, quienes hoy celebran, pueden aparecer llorando en un abrir y cerrar de ojos, la diferencia estará en cuanto pesan esas lágrimas por la falta de estos valores en el pasado.
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